La felpa es una de esas innovadoras telas multiusos que está disponible en colores vivos, diseños llamativos y que, además, tiene una suavidad increíble. Es una buena opción para todo el mundo, desde principiantes hasta expertos en costura y confección. Es la tela indiscutible en todo el mundo para la confección de artículos que te aportan tanta calidez que siempre los querrás tener a mano.
¿Qué es la felpa?
Tradicionalmente, felpa se ha referido a la lana de la oveja, aunque hoy en día se utiliza con frecuencia para describir el material de confección humana disponible en la mayoría de tiendas de tejidos y confección. La felpa es un tejido de pelo suave (superficie) fabricado en poliéster o fibras acrílicas. El acabado de la superficie puede variar y puede ser un acabado cepillado corto (conocido como forro polar) o un pelo más largo parecido al borreguillo.
¿Por qué es tan popular?
Desde su primera aparición en la década de los 70, la felpa ha conseguido ganarse gran popularidad entre marcas de ropa para el aire libre, que buscan telas técnicas, ligeras, de secado rápido. La Patagonia fue de las primeras marcas en crear innovaciones del forro polar tradicional para ofrecer una felpa de estilo más elegante que todavía es parte integral de su marca y que catapultó esta tela hacia una popularidad abismal entre todo el mundo.
Más allá de los deportes al aire libre, la felpa también es popular en el mundo de la confección porque es un material económico y apto para todos los niveles de costura. Es fácil de manipular y no se deshilacha, por lo que te resultará divertido intentar hacer apliques.
Usos habituales de la felpa
Además de ser increíblemente ligera, la felpa es un material que aporta calidez y protección. Esto hace que sea ideal para la confección de ropa de invierno y vestimenta para el aire libre. Es perfecta para la confección de prendas de capa media para protegerte de las inclemencias del tiempo. Puedes usarla para hacer mantas, sacos de dormir o prendas como sudaderas, cintillos, chaquetas de cremallera y cálidos forros. Les encanta tanto a los niños como a los adultos, así que es ideal para cualquier proyecto para toda la familia. ¡No olvides añadir una etiqueta personalizada durante el proceso de confección!
Consejos para coser felpa
Costuras: la felpa es una tela gruesa y voluminosa, así que lo mejor es que las costuras sean los más simples posible. Evita múltiples capas o costuras para que el artículo finalizado se vea lo mejor posible. Puedes optar por costuras sobrehiladas, en zig-zag o en bies para que se vean limpias pero sin volumen adicional. La felpa cuesta de doblar y no se plancha bien, por lo que una costura doble difícilmente se verá bien.
Embastar: la tela tejida resulta inestable al cortarla del bies, así que si cortas en circular (por ejemplo, en la zona del cuello, las axilas o la veta) asegúrate de embastar el borde después de cortar. Así será menos probable que pierda forma al coser.
Longitud de puntada: si la felpa es abultada, usa longitud de costura más amplia, de unos 3-3,5 mm cuando hagas puntadas rectas. Como es una tela tejida, la felpa tiene mucha elasticidad y responde bien a pequeñas puntadas en zag en cualquier costura que necesite un poco más de atención (como en la zona de las axilas o las mangas). Cuando empieces el proyecto, prueba algunas hileras en un retal que no tengas que usar porque puede que tengas que ajustar la tensión de la máquina y aflojarla un poco para acomodar el grosor.
Agujas: para coser felpa, si puedes, utiliza siempre una aguja de punta de bola nueva. La tela de poliéster es dura, así que si tienes que coser mucho, puede que tengas que cambiar la aguja más a menudo de lo habitual. Presta atención a la calidad de las puntadas mientras coses. Si detectas que se omiten puntadas o no son puntadas limpias, puede que sea una señal de que necesitas cambiar la aguja por otra nueva.
Lavado: hoy en día, la mayoría de la felpa está hecha a partir de plásticos reciclados. Esto ayuda a reducir la producción de plástico nuevo, pero incluso el poliéster reciclado suelta microplásticos durante el proceso de lavado. Lavar con agua a poca temperatura y con centrifugado suave puede ayudar. O puedes usar una bolsa de lavado como Guppy Bag para que estas microfibras no vayan al desagüe y terminen en los océanos. También puedes añadir una etiqueta de cuidado personalizada a tus artículos de felpa para no olvidarte de cómo lavarlos de forma adecuada.