Franela: la tela robusta, fiable, cálida y resistente que hace los frescos otoños y los fríos inviernos más agradables y placenteros. Tanto si te arropas debajo de una manta o abrigo de franela como si disfrutas de un día de relax en casa en pijama, es innegable que la textura de esta modesta tela nos hace sentir realmente cómodos y a gusto. En homenaje a la franela, hoy nos adentramos en el mundo de esta tela, desde su definición (para tu información, la tela escocesa y la franela no son lo mismo), hasta los tipos de aplicaciones y las instrucciones de cuidado.
¿De qué está compuesta la franela? (y qué no se considera franela)
La franela es un tejido que suele confeccionarse en lana cardada o peinada, algodón o fibras sintéticas. ¿Y qué hay del cepillado? El cepillado es una técnica que, al aplicarse, puede añadir suavidad adicional a las franelas. Se trata de un proceso mecánico en el que se pasa un cepillo de finas cerdas metálicas por encima de la tela, de modo que se elevan las finas fibras para crear un efecto aterciopelado en uno o ambos lados. La franela se puede cepillar para conseguir este efecto extrasuave o se puede dejar sin cepillar. Una franela sin perchar gana suavidad del forma del tejido y los hilos sin apretar.
Si bien todos estos hombres llevan prendas a cuadros, algunas de estas telas no son de franela. Cuadros =/= franela. (Imagen de Melody Hansen en Flickr - https://www.flickr.com/photos/86264854@N00/2590642044)
Mucha gente utiliza el término «franela» para referirse a la tela de cuadros o las faldas escocesas (¿quién no se acuerda de Eddie Vedder, Kurt Cobain y otros apasionados de la franela de la década de los noventa y el estilo grunge?). Incluso en Dutch Label Shop, a veces decimos «una falda de franela» cuando en realidad queríamos decir «de cuadros». Y es que no es lo mismo la tela de franela que los diseños a cuadros. La tela escocesa es un diseño mientras que la franela es el tipo de tela.
¿Qué es la estructura de ligamento de la franela?
Constantemente escuchamos que la franela se distingue por el tipo de ligamento. Pero ¿qué es el ligamento?, te estarás preguntando. La franela se puede confeccionar en ligamento de sarga o tafetán.
Una tela tejida con estructura de ligamento de sarga produce un patrón de nervaduras paralelas diagonales. Esto se consigue haciendo pasar el hilo de trama sobre uno o más hilos de urdimbre y luego por debajo de dos o más hilos de urdimbre y, así, sucesivamente, con un desplazamiento entre filas para crear este patrón diagonal característico, que suele tener buena caída. Tal y como su nombre indica, el ligamento de tafetán básico es la estructura más básica. En esta estructura, la urdimbre y la trama se alinean de modo que forman un patrón simple de punto de cruz (uno por encima del primero y uno por debajo del segundo). La simplicidad de este patrón permite producir telas resistentes y duraderas.
Aunque ambos tipos de estructuras de ligamento tienen patrones fácilmente identificables, puede que no seas capaz de distinguirlos cuando observes tus prendas de franela. ¿Por qué? Pues porque, a menudo, durante el proceso de perchado, el patrón queda escondido. Las franelas suelen percharse para luego tratarse con lejía, tinte o algún otro método. Finalmente, en un último perchado es cuando obtiene el aspecto con el que la mayoría estamos familiarizados.
¿Para qué se utiliza la franela?
Por su grosor, resistencia y facilidad de aplicación, esta tela suele usarse para confeccionar prendas y artículos para los meses más fríos del año. Entre otros artículos, es habitual encontrar ropa, mantas, ropa de dormir, abrigos y ropa de cama de franela. Es una tela ideal para combatir el frío por su increíble capacidad de retener el calor y absorber la humedad. Además, la franela es cómoda y resistente, perfecta para aguantar las noches de otoño y los fríos despertares invernales.
¿Cuáles son las diferencias entre los distintos tipos de franela?
La mayoría de telas se fabrican en calidades distintas y la franela no es ninguna excepción. Esto se debe, en parte, al hecho de que la franela es una tela con estructura de ligamento y los distintos tipos de fibras que se usan pueden dar como resultado formas diferentes. Estos son algunos de los tipos de franela más populares:
Franela para bebés
Ligera y suave, perfecta para bebés. Esta variedad es muy transpirable, ideal para proporcionar un sueño reparador.
Franela de algodón (o cantón)
Ya habrás deducido que esta variedad tiene que ver con el algodón. Puede ser con estructura de ligamento de sarga o tafetán. Suele percharse solo por un lado. Es una variedad muy cálida, con propiedades absorbentes, ideal para la confección de ropa de deporte, ropa interior, forros, revestimientos y ropa de dormir.
Franela Ceylon
La franela Ceylon es una mezcla de algodón y lana, por lo que es suave y cálida, ideal para la confección de camisas y sábanas. Son muchas las probabilidades de que tu camisa de franela favorita (y nos referimos a la verdadera tela de franela) esté confeccionada en franela Ceylon.
«Flannelette»
Al igual que están el satén y el satén de algodón, también tenemos la franela y la «flannelette», una tela de algodón perchado que imita el tacto y la textura de la franela, si bien es algo más gruesa. El aspecto afelpado se consigue tras el perchado, proceso en el que se extraen fibras de trama a la superficie mediante un raspado para crear una capa de pelo. Esta variedad suele utilizarse para confeccionar ropa de dormir, almohadas y ropa de cama.
Elegir tejidos de franela para tu proyecto
La calidad importa. Aunque la franela es una tela modesta, poco vistosa y utilitaria, comparada con el satén o las pieles de lujo, esto no significa que no puedas conseguir una franela de calidad. No nos cansaremos de repetirlo: cuanto más tupido sea el ligamento, mayor calidad. Y cuanto más flojo, menor calidad. Una estructura tupida será siempre más resistente, mientras que si es poco tupida, es mucho más probable que la tela encoja, se estire o se deforme de forma imprevisible. A continuación te dejamos algunos consejos a la hora de comprar franela de buena calidad:
Peso
Puedes medir la calidad de la franela por su peso. Cuanto más ligera, más barata. Asegúrate de comprar franela con peso considerable porque unos gramos más o menos pueden marcar la diferencia entre una creación que mantendrá la forma y otra que se estirará, encogerá, o ambas cosas en el peor de los casos. El peso de la tela suele asociarse a cuan tupida sea la estructura: cuanto menos tupida, más ligera será la tela y al revés. Para franelas de algodón, lo ideal es que pesen por lo menos 170 gramos/metro cuadrado (lo ideal serían 220 gramos/metro cuadrado). Las franelas confeccionadas con lana son más pesadas (debido a las fibras) y su peso suele estar entre 340 y 680 gramos/metro cuadrado. Al igual que en el caso del algodón, cuanto más pesada, mejor calidad.
Aspecto
A menudo, el ligamento de la franela cuesta de identificar tras los procesos de perchado y cepillado. Sin embargo, si la observas debajo de una luz, podrás apreciarlo mejor. Como ya hemos dicho, cuanto más tupida la tela, mejor mantendrá la forma. Y cuanto más floja, más sufrimiento cuando veas que se estira o encoge.
Tacto
Hay un motivo por el que a la gente le encanta la franela, que deberías de notar nada más tocar una tela de franela de buena calidad. Una buena franela debe ser suave al tacto. Por eso es importante que la toques antes de comprarla. Ya sabemos que no siempre vas a poder acercarte a la tienda de tu barrio, pero si haces tus compras en línea, recuerda que puedes pedir muestras antes de aventurarte a comprar una tela para tu proyecto. Además, las muestras se pueden lavar y poner en la secadora, con lo cual son una muy buena forma de poner a prueba la resistencia de una tela.
Trabajar con franela
En la franela, la estructura de ligamento de tafetán o sarga suele ser floja. Esto significa que es probable que se estire al coser y que encoja al lavarla. Dadas sus características, te recomendamos que prelaves la tela antes de empezar el proyecto. Cuando la pongas en la secadora, utiliza el programa de mayor temperatura para que encoja todo lo posible antes de empezar a coser. Además, a meterla en la secadora, eliminarás gran parte de la pelusilla.
Aplana la franela antes de empezar el proyecto. Para ello, usa una plancha. No planches la prenda, simplemente presiónala. Mantén la plancha presionada durante un par de segundos, levántala y repite. Si en lugar de presionar planchas la tela, la franela se deformará y estirará (cosa que no quieres que suceda).
La franela es una de esas telas que se deshilacha con facilidad, así que cuanto más sencillo sea el diseño o patrón, mejor. Para edredones, elige retales grandes; incluso si estás confeccionando una prenda, también te recomendamos que cortes las piezas más grandes de lo habitual y que dejes un margen más ancho (entre 0,65 y 1,30 cm).
La franela es gruesa y robusta, por lo que a menudo la aguja se queda roma. ¿El resultado? Puntadas que se escapan o no se ven uniformes. Y esto no es lo que quieres, ¿verdad? Usa una aguja nueva cada vez que empieces un proyecto de franela y asegúrate de limpiar bien la máquina de coser a lo largo del proceso porque la franela suele soltar pelusilla.
Consejos de cuidado
La forma en la que vas necesitas lavar tu proyecto de franela ya finalizado no tiene nada que ver con el prelavado. Cuando prelavamos, queremos que la tela encoja al máximo para evitar que lo haga a posteriori. Pero cuando el proyecto está finalizado, lo que no quieres es que encoja, así que es importante seguir las instrucciones de cuidado. Lo mejor es añadir una etiqueta de cuidado a tus creaciones.
Para lavar la franela de forma adecuada:
- Lávala con el programa para ropa delicada, en agua fría y con un detergente especial para prendas delicadas.
- No sobrecargues la lavadora ni la secadora.
- Ten cuidado al mezclarla con otras prendas. Es un verdadero engorro tener que sacar la pelusilla de ese jersey que tanto te gusta.
- Siempre que puedas, tiéndela una vez lavada para que seque al aire y evitar la pérdida de color.
- Plancha las prendas de franela del revés.
¡Diviértete!
Lo más importante en tu proyecto de franela (y en cualquier otro proyecto) es que te diviertas. Tanto si estás confeccionando un edredón, un pijama o una cálida camisa digna de la década de los noventa, elige algo que te resulte divertido de hacer y que vayas a utilizar durante tiempo.
Y, por supuesto, además de las etiquetas de cuidado, no olvides añadir una etiqueta personalizada para darle tu toque personal.
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